sábado, 12 de febrero de 2011

KOOLAU, MAYOR DE EDAD




Rodolfo falleció un 12 de febrero de 1993 (ese mismo día nació Koolau, aunque todavía no era consciente de ello). No me acuerdo cuanto tiempo permanecí muerto, ni cuando, exactamente volví a la vida. Mis recuerdos de esa época son borrosos y difusos. Sin embargo, no padezco amnesia. Mi memoria para lo sucedido anteriormente a esa fecha fatídica es buena, mejor, incluso, que para lo que ha ido ocurriendo después de ella.

Hoy Koolau llega, pues, de nuevo, a la mayoría de edad (18 añitos, sí señor). Sin embargo, pasó una temporada, unos meses, cuantos exactamente no lo sabe, confuso y perdido, imitando con la boca el ruido de su moto de cartero (cuatro meses repartiendo cartas en Palma de Mallorca le marcaron, lo que no es extraño, pues a punto estuvieron de ser los últimos de su vida), ingiriendo flores de los jardines, quitándose coquetamente diez años cuando le preguntaban por su edad cual vieja estrella de cine en decadencia, y cosas así.



Ese 12 de febrero me convertí para siempre en “leproso” (y le vuelvo a aclarar a mi amiga del otro lado del océano, María Fernanda, que no tiene nada que ver con algún equipo de fútbol rosarino, si no con el genial relato de Jack London, “Koolau el leproso”).



“Carpe diem”, es la filosofía que presidirá mi vida a partir de ahora. Tengo ganas de devorar la vida a dentelladas, de no renunciar a ningún placer, de follar todo lo que se mueva (sí, también desde la silla de ruedas se puede hacer, lo he comprobado ya en dos memorables ocasiones en las que Ella, la mujer, se acomodó sobre mi polla en la silla de ruedas, y hubo caricias y besos y sus manos golpeando desordenadas y ansiosas la pared mientras me cabalgaba en pleno frenesí, y yo llegaba a rozar por un instante mínimo eso tan raro, efímero y difícil que llamamos felicidad) y de librarme de las muchas ataduras mentales que me retienen. Quiero gozar sin parar. Y ser feliz de verdad por primera vez en mi vida.

¿Alguien se apunta a compartir conmigo este plan?

7 comentarios:

Madame X dijo...

Feliz cumple, mon cher. Y la verdad, querido, eres todo menos un leproso, pero si es la máscara que te gusta llevar, por mí estupendo. Al fin y al cabo, todos elegimos nuestra máscara.

Tu plan es un buen plan. Goza y deja gozar... y todos seríamos mucho más felices.

Un beso.

gelo dijo...

pues muchisimas felicidades!!!!!por tu mayoria de edad y por recuperar la ilusión. Sea por Ella o sea por lo que sea, me alegra un monton que seas feliz y que veas la vida con otros ojos.Ya iba tocando alguna alegria, no?
besotes

Luisa dijo...

He topado con este relato de casualidad, buscando otra cosa, no se si lo he pillado, creo que si, le doy la enhorabuena por lo intenso y penetrante. Gozar sin parar y ser feliz de verdad, me parece el mejor plan que se pueda tener.

Saludos.

koolauleproso dijo...

Así que mallorquina y amiga de Horrach....Con Juan Antonio mantengo jugosos debates y discrepancias, pero también afinidades. Creo, incluso, que he llegado a establecer con él una genuina amistad "virtual", aunque nuestras discrepancias son casi tan grandes como nuestras afinidades. Cualquier amiga de Horrach es bien recibida en esta casa que reserva por las razones que se desprenden del escrito, un lugar "de oro" para los mallorquines.
Y esto no es exactamente un relato (de verdad que me encantarïa tener esa imaginaciön) si no una rememoraciön estrictamente autobiogräfica de lo que me ocurrió de verdad un 12 de febrero de 1993.
De todas maneras, al contrario que Arcadi Espada, yo sí soy partidario de la intertextualidad, y de mezclar ficción y realidad, por lo que me enorgullece que lo hayas tomado como un relato de ficción.

Luisa dijo...

Leo los debates con Juan Antonio Horrach, pero en pocos me atrevo a intervenir, por la calidad literaria y mi poca gracia para debatir, pero me encanta leerlos.
La ficción y la realidad es una mezcla que también me gusta, me parecen imprescindibles para estar vagando por este mundo.
El texto sigue resultando intenso y penetrante, ademas de muy bonita lectura.
hay una cosa que nos pasa a muchos de los que llegamos a la isla, yo lo hice con cuatro años, nos enamoramos de ella.

Luisa dijo...

Los debates que leo en el blog de Juan Antonio Horrac me parecen muy interesantes y me encanta leerlos, de una gran calidad literaria y expresiva.
Realidad y ficción, también soy partidaria de la mezcla.
Que el texto sea real, no le quita ni un ápice de intensidad, de muy bonita lectura.

koolauleproso dijo...

¿Qué te voy a decir, amiga? Me alagas y tiene un peligro, me lo creo y me vengo arriba. ¡Cuidado!