martes, 24 de diciembre de 2013

MAMA (2ª PARTE)

Continuo hablándoos de mi madre. Me sigue obsesionando su pérdida, qué queréis;


Mi madre era escéptica ante todo. Incluso, a veces, ese ese escepticismo se tornaba en desconfianza. No siempre (pero hay que decir que casi siempre acertaba). Así, nos salvó, hace años, de una inversión ruinosa (algo parecido al timo de las preferentes) en la que mi padre y yo habríamos caído ingenuamente. La bancaria nos ofrecía unas condiciones aparentemente tan tentadoras, que estúpidos como somos los hombres, no habíamos sabido rechazar. Y ahí intervino el "Sí, home, duros a cuatro pesetes, dónde se vió" de mi madre, y la operación quedó abortada, y el banco con dos palmos de narices, lamentando la sagacidaz "fenicia" de mi madre (esa economista sin estudios académicos, pero con experiencia sobrada a la que nadie era capaz de engañar).

La sagacidad de mi madre siempre tuvo algo de misterioso para mí. "Se pilla primero a un mentiroso que a un cojo" solía repetir, cuando descubría alguna de mis muchas mentiras.

Tenía un "sexto sentido" para adivinar siempre lo que yo le intentaba ocultar. De pequeño, armada con el infalible "Dijome un pajarín" me sonsacaba siempre mis secretos más recónditos (no se cómo se las arreglaba para averigüar siempre lo que yo le pretendía ocultar, ese misterio se lo llevó con ella).

Bondadosa, sagaz, dotada de la inteligencia "telúrica" de quienes (invariablemente mujeres) están bien pegadas a la tierra, su pérdida me ha dejado tan solo y desconsolado que no se cómo voy a salir adelante.

Pero no os preocupeis, que inevitablemente, saldré (no tengo otro remedio, como dijo Sartre, "estamos condenados a existir").
 

sábado, 21 de diciembre de 2013

O CUANDO SEA , ORFELINA TUERO (21-12-1925-21-12-2013), IN MEMORIAM





Mi madre con 40 años, sosteniendo al pequeño Koolau (3 meses)


Orfelina Tuero sufrió un derrame cerebral masivo a primera hora del pasado martes . La trasladaron al hospital de Cabueñes. A mediodía, ante las complicaciones del caso, se decidió  pasarla al gran Hospital Universitario Central de Asturias. Por la tarde, las complicaciones continuan y se procede a regresarla a Cabueñes. Su situación es crítica. Permanece en una especie de coma inducido dos días más. El viernes los médicos le comunican a sus familiares que su situación es irreversible, y que lo único que se puede hacer por ella es minimizar su sufrimiento.
Orfelina Tuero había nacido un 21 de diciembre de 1925; Orfelina Tuero murió hoy hacia las 6 de la mañana, consiguiendo cumplir, por los pelos, 88 años. Orfelina Tuero era mi madre, quizás la mujer más buena (en el sentido machadiano de la palabra) que jamás haya pisado la tierra.

Esa tenacidad por conseguir metas un tanto absurdas (no morirse hasta haber cumplido un año más, por ejemplo, consiguiendo nacer y morir el mismo día, cerrando un círculo perfecto), era algo muy característico de mi madre.

Mi madre había heredado un nombre extraño y hermoso de su madrina de bautizo, Orfelina (aunque todos la llamaban Fela, y mi padre, Felina, un diminutivo de sentido ambiguo, que no le pegaba mucho, a ella tan reacia a los dobles sentidos).

Fue una pequeña gran mujer, tolerante y sabia. Tranquila y sanamente escéptica. Era muy difícil sacar de sus casillas a mi madre. Quizás sólo su querido Fútbol Club Barcelona lo consiguiese con alguna derrota inesperada (aunque, supersticiosa como era, ella negaba sus simpatías blaugranas, por temor a acarrearle algún tipo de mala suerte a su equipo favorito).

El domingo anterior (iba todos los domingos a comer a casa de mis padres) me había despedido de ella, con un beso (como siempre, quién me iba a decir a mi que era el último) y con la rutinaria frase "Bueno, mama, Hasta el domingo que viene", a la que tuve la  premonitoria idea de añadir "o cuando sea".  Ese indefinido "cuando sea" me perseguirá por mucho tiempo, porque efectivamente, ¿define? la próxima ocasión que disfrutaré de la compañía de mi madre.

Aunque su tranquilidad era proverbial (rayando con la la pachorra) sí logró un empeño en su vida que siempre le agradeceré (tenerme a mi con 40 años más que cumplidos, sobre la campana de su relog biológico; se que mi padre no era muy partidario). Aún así mi madre se las arregló para cumplir su deseo de maternidad y "regalaros" a todos este proyecto de escritor entre pesado y cursi.


Lo siento por vosotros.





 

martes, 3 de diciembre de 2013

MILENARISMO


El fin de semana se me apareció Rubalcaba en televisión. Estaba rodeado de gente joven, y parecía animoso y decidido. Repitió un montón de veces la palabra “federalismo”. Lo hacía con aparente convicción. Una y otra vez. Federalismo para arriba. Federalismo para abajo. No sé por qué, a mí me vino a la cabeza, la imagen de aquel Fernando Arrabal, presumiblemente borracho, en aquel memorable programa con Fernando Sánchez Dragó, repitiendo una y otra vez, aquello de “milenarismo”. Si no lo han visto:

 

 
https://www.youtube.com/watch?v=bqxIu9OS2xI&feature=player_embedded