sábado, 30 de abril de 2011

JUAN PABLO II ¿TE QUIERE TODO EL MUNDO?

A pesar de estar bautizado, yo no me considero católico. Y es que en 1965 el bautizo era prácticamente una obligación. Y, aunque apostatar, siempre es una posibilidad, las dificultades que la iglesia católica pone para ello, acaban siendo disuasorias.


Sin embargo, la inminente canonización del Papa Wojtyla, no deja de escandalizarme. Con razón me dirán “y si tu no eres católico, a ti qué te importa…”.

Veamos las acepciones de “santo” en el Diccionario de la RAE: “de especial virtud y ejemplo”; “Perfecto y libre de toda culpa”; “Que trae al hombre especial provecho” ¿Les parece que en alguna de estas definiciones puede acogerse a un genocida que antepuso su radical intolerancia y sus montañas de prejuicios a la salud de miles de sus fieles, condenando el uso del preservativo, el medio más eficaz para prevenir el SIDA? ¿Les parece que el amigo y protector del sacerdote mexicano Marcial Maciel, un siniestro personaje, reconocido corrupto y pederasta, puede entrar dentro de esos parámetros de “santidad”?

La inminente canonización de Wojtyla parece más una burla sangrienta; un sarcasmo cruel. Hagan los católicos lo que les parezca, desprestígiense lo que crean conveniente, pero desde fuera de esa “cofradía”, la santificación de un genocida corrupto se antoja una broma cruel y de mal gusto.

En fin, allá ellos.

Obviamente, no formo parte de la "grey" que "inventó" el "slogan" que da título a esta entrada, y mi respusta es  NO, yo al menos no aprecio demasiaso al nuevo "Beato", para mi uno de los personajes más siniestros del siglo XX.



Wojtyla con su "amigo" Pinochet. ¿Beatificará Ratziinger también al dictador chileno?

viernes, 22 de abril de 2011

LA BELLEZA

Alison Lepper


La belleza es relativa. Bueno, al contrario que Ratzinger, soy de los que piensan que todo es relativo en realidad, que no hay verdades ni principios absolutos.

Les presento a la que me parece la mujer más hermosa del universo. Sí, no es la sin par Ava Gardner, es esta preciosa señora de arriba.

Alison Lepper es pintora. Sólo conozco vagamente su pintura, así que no puedo utilizar mis conocimientos de historiador del Arte (aunque creo que se mueve en una especie de neo-impresionismo bastante interesante) para juzgarla como merece. Pero sí conozco, más o menos, su trayectoria vital.

Alison nació sin brazos, y con las piernas considerablemente acortadas debido a una extraña enfermedad genética llamada focomelia. Su madre la rechazó, y traspasó la crianza de la niña a la asistencia pública.

Desde niña, Alison, mostró su carácter “corajudo” y luchador (se negaba a utilizar las prótesis que la sanidad pública se empeñaba en implantarle por inmanejables, engorrosas y, para ella, inútiles; prefería asumir su diferencia y arreglarse como podía) demostrando una alta autoestima que le envidio. Desde bien pequeña aprendió a pintar con la boca. Y a los 19 años se fue de su Sussex natal a Londres donde seguiría cursos en el Art College durante un año, y luego en el Hammersmith College, hasta que en 1994 se diplomó en Bellas Artes por la Universidad de Brighton.

Pero no fue ese el mayor reto de su vida (vivir sola en Londres, estudiar en la Universidad...), si no unos años después, quedarse embarazada y tener un hijo. Porque Alison siempre estuvo orgullosa de su sexualidad. No le importó posar para que el escultor Marc Quinn la inmortalizase desnuda y embarazada de 8 meses, en una imponente escultura que se levantó entre 2004 y 2005 en Trafalgar Squire, y que fue todo un aldabonazo a la “anoréxica” estética imperante y a lo “políticamente correcto”.


                                    La escultura de Marc Quinn, frente a la National Gallery en Trafalgar Squire

A los que seguís esta bitácora no os extrañará, pues, que Koolau incluya a Alison Lepper,artista,librepensadora y minusválida, en el no tan reducido grupo de sus mujeres preferidas (1)



(1).- Ver entrada del 4 de febrero de 2010, titulada "Dos años en la "Leprosería""

jueves, 21 de abril de 2011

RAQUEL

¿Laura?





A Enrique Anderson Imbert, genial autor del prodigioso relato breve "Sabor a pintura de labios"



Raquel es mi mejor amiga. A pesar de que como el arquitecto brasileño amo las curvas (y en el cuerpo de Raquel –delgada, estilizada, rectilínea, elegante- las curvas no abundan) confieso que estuve enamorado de ella, hasta que me di cuenta que era mucha mujer para mí. Desde entonces vuelve a ser mi mejor amiga. Yo le cuento todo y ella me cuenta lo que le parece. Es cierto, parece un “trato” desigual, y más teniendo en cuenta que la vida de Raquel es mucho más interesante que la mía. Pero a mí siempre me gustó imaginar…

Raquel suele repetir que ella “es curiosa lo que más”. Y esa admirable cualidad es cierta. A Raquel le gusta investigar. Indagar nuevas posibilidades. En eso no nos parecemos, porque yo soy cobarde y poco decidido, y aunque me gustaría parecerme a ella, sencillamente no me atrevo.
Supongo que esa, la curiosidad, es la razón principal que hace dos años la impulsó a acostarse conmigo. También cierto cariño, espero.

Ahora Raquel ha cambiado el objeto de su insaciable curiosidad. Una vez que sabe cómo es el sexo en silla de ruedas, se ha lanzado a indagar sobre el amor homosexual. Y me parece muy bien (aunque esto sea, a todos los efectos, completamente irrelevante). Lo digo sin saberlo seguro. Hasta el momento sólo me lo ha insinuado (Raquel relata sus historias como una nueva Scherezade. Siempre te deja con ganas de saber más..., de saber cómo continúa la historia).

Pero como Raquel es MI personaje, y como este es un relato de ficción, me atrevo a contarlo sin prevención alguna.

Ahora imagino. Imagino a Raquel, que inexperta en el amor lésbico, se dispone nerviosa a mantener su primera relación homosexual. La elegida es una chica muy joven. Desde luego mucho más joven que ella. Una ninfa no muy alta ni muy baja, menuda, de tez y cabello claros (bueno, eso antes de raparse "al cero", lo que le proporciona un "extra" de ambiguedad, que a Raquel la excita enormemente). Y una sonrisa...Y ojos verdísimos, como esmeraldas. Pero, a pesar de su extrema juventud, con mucha más experiencia que Raquel en el amor entre mujeres. Pongamos que se llama Laura.

Pues bien, una calurosa noche meridional, el calor y el alcohol, incitan al amor. Laura, sentada, contempla a Raquel mientras baila delante de ella en la discoteca. Contempla, mientras sus labios degustan  morosamente una copa más, su espalda primorosa. E intenta adivinar cómo será ese culo perfecto cuyas caderas ahora se mueven sinuosas, una vez la despoje del pantalón y las bragas. Se imagina la delicia del sabor de la carne de esas nalgas excelsas. Y es que el culo de Raquel siempre causó admiración general (yo que, por un breve instante, pude tenerlo a mi alcance, puedo dar fe de ello). Raquel está nerviosa, excitada. Pero se ha fijado en Laura (tan joven, tan dulce, tan hermosa) y se ha dicho, ¿por qué no? Y ese baile no es casual.Raquel sabe cómo seducir, y aunque nunca lo ha hecho con otra mujer, tampoco tiene por qué ser tan diferente.

Cuando conoció a Laura la mañana anterior, enseguida simpatizó con ella. Le “echó el ojo”, se podría decir. Le encantó su conversación, su desparpajo “andaluz”, su alegría. Esa noche, para su sorpresa, se masturbó pensando en ella. Nunca lo hubiese creído. La primera vez con una mujer. Y tan joven…

Así que el “por qué no” se instaló en su cerebro con más facilidad de la que esperaba. Al día siguiente no se quitaba a Laura de la cabeza. Y ya hemos dicho que Raquel no es mujer de dejar las cosas a medias. “Tengo que conquistarla” se dijo. Y de pronto notó cómo el pánico la comenzaba a atenazar. No sabía nada de relaciones entre mujeres, y, por primera vez en su vida, el miedo se apoderó de ella. Aunque había observado que a la grácil Laura no parecía serle indiferente del todo, no la abandonaban los temores “¿Y si no le gusto? ¿Y si le resulto demasiado mayor?

Cuando a la noche siguiente, y tras ingerir unos cuantos “mojitos” para darse ánimo, sonó en la discoteca la “lambada” (la versión original de finales de los 80, la que recordaba de su juventud, no la nueva aderezada por el inevitable “chunda-chunda”) vio su oportunidad, y con la agilidad de la pantera que llevaba dentro, interrumpió de súbito su charla con Laura y Ana (la amiga lesbiana que, sin premeditación, la estaba introduciendo en ese mundo) y, ni corta ni perezosa, dejándose llevar por la música de su juventud, comenzó a moverse como sólo ella sabía. Notaba que la mirada de Laura, clavada en su culo, la traspasaba. Por un momento pensó que los ojos de Laura eran su lengua que dibujaba la senda entre sus nalgas. Y cuanto más bailaba más se excitaba. Y ese calor meridional del sur de la meseta… Dios, cómo la deseaba.
De pronto cesó la música, Raquel se dio la vuelta y se encontró con los ojos verdes de Laura clavados en su cuerpo. Sus cabezas estaban muy cerca. Laura atrajo a la de Raquel haca sí, y le besó los labios. Fue un beso muy dulce. Pero Raquel ya estaba excitada y húmeda.
Luego, Raquel, apenas le salían las palabras, invitó a Laura a subir a su habitación del hostal.
La compartía con Ana, pero esta ya le había dicho que no iba a aparecer por allí en toda la noche. Que tenía otras ocupaciones. Que la perdonase.

“¿Qué te parece, Laura, la disculpamos?” dijo Raquel, mientras precedida por su nueva amiga, cerraba tras ambas la puerta de la habitación.

jueves, 14 de abril de 2011

LO QUE SE AVECINA

Uno de los indiscutibles logros del ya agonizante mandato de José Luis Rodríguez Zapatero ha sido la regeneración de Radio Televisión Española. Es un mérito que no se le puede negar. Con valentía innegable consiguió separar a la radio y a la televisión pública del férreo control del gobierno de turno, privándose, contra la opinión de muchos “próceres” de su propio partido, de un formidable instrumento de propaganda.


Yo creía que este cambio iba a ser irreversible, pero observo preocupantes movimientos al respecto. Pese a la probada ecuanimidad de los informativos de la tv pública en los últimos tiempos, el PP parece no estar conforme. El senador valenciano José María Chiquillo así lo ha puesto de manifiesto en interpelación parlamentaria en la que, contra toda evidencia, se queja del trato, según él “infamante” que los informativos de la cadena pública regalan al PP. Ya habían adelantado que el actual modelo de tv sin publicidad es insostenible. Que pequeños bloques publicitarios serán necesarios para financiar la televisión. Si, como parece, ganan las elecciones de 2012, preparémonos para que la publicidad vuelva a hacerse dueña de la parrilla de RTVE. Pero esto no es lo más preocupante. Lo peor puede ser el regreso de unos informativos “de partido” en manos, pongamos por caso, de María Dolores de Cospedal. Como diría Miguel Ángel Aguilar, “Atentos…”

14 DE ABRIL



Hoy se cumplen 80 años de la proclamación de la II República española. Fue, a la postre, un periodo muy breve, demasiado breve, pero, sin duda, fue uno de esos momentos verdaderamente ilusionantes de la Historia, violentamente truncado por el golpe de Estado del posterior dictador Franco. Como las actuales revoluciones del mundo árabe, como el 25 de abril portugués, la frustrada República española, llegó en medio de un enorme, imparable caudal de ilusión. Pero también en un mundo (los años 30) especialmente convulso.


Siempre he creído que la Democracia sólo cobraba pleno sentido en un régimen republicano. Monarquía y Democracia son por definición incompatibles. Las llamadas monarquías constitucionales (como la nuestra) estarán siempre contaminadas por lo que yo llamo “estigma de Lampedusa” (por la genial frase de Don Fabrizio en “El Gatopardo”, “algo tiene que cambiar para que todo siga igual”), por el posibilismo y la resignación. No importa demasiado, es cierto (nuestros vecinos portugueses escogieron el camino de la revolución y la República para superar decenios de una dictadura similar a la que sufrimos los españoles, y hoy no se nota demasiado el distinto camino elegido.Sólo, o nada menos, parece una cuestión de dignidad Histórica).



La fecha queda como la de otra derrota. Sólo así puede entenderse para los que creemos que no hay seres humanos intrínsecamente superiores a otros en razón de su cuna, los que nos seguimos sintiendo Republicanos.



Salud y República, amigos

martes, 5 de abril de 2011

NOSTALGIAS (UNA FOTO ANTIGUA)

                                           A Montse, sin cuya colaboración no hubiese podido publicar esta foto


Esta foto, cuyos colores aparecen apagados por el paso del tiempo, me la cedió mi amiga Paula. A Paula la conocí en un taller de relato que cursé hará 4 o 5 años en la Universidad Popular de Gijón. Charlando con ella de lo uno y de lo otro, descubrimos que, en realidad nos conocíamos desde hace aproximadamente 40 años, cuando ambos coincidimos en una pequeña academia que dos jóvenes maestras (Charo y Genma) habían montado mientras intentaban superar las oposiciones a la enseñanza pública. A Paula, en esa academia, la conocía como Susana (ante mi sorpresa me revelaría después en el taller su nombre completo, según ella, de “culebrón” venezolano, Paula Susana)


Pues bien, Susana es la guapísima niña, un tanto pelirroja, situada en la esquina izquierda de la tercera fila, con un vestido estampado y sobre él, chaqueta gris. En la esquina derecha, al lado del, por aquel entonces, inevitable retrato del dictador Franco, y del no menos inevitable crucifijo, estoy yo, con llamativo jersey rojo, gafas recién estrenadas (se me descubrió la miopía a los 8 años) e inconfundible cara de “pinín”. Entre Susana y yo, están los hermanos Ramón (que de aquella era mi mejor amigo) y José.

El arrasador paso del tiempo hace que no recuerde el nombre de la mayoría de los niños de la foto. Sólo a Elena (la mejor amiga de Susana, la niña con vestido blanco de la primera fila) y a su hermano pequeño Julio (uno de los dos “querubines”, ahora mismo no recuerdo cuál, que aparecen semi-agachados en primerísima fila).

No recuerdo qué buscaba mi mirada miope y esquiva, pero es probable que a Susana, de quien estaba secretamente “enamoradillo”. Quizás fuese el primero de una larguísima lista de amores imposibles.

Superado ese curso (casi seguro, 4º de E.G.B.) nuestros caminos se separaron: conseguimos la ansiada plaza en un colegio público (nacional, se llamaba en aquella época) e iniciamos una larga andadura en la disparatada, castradora y frustrante enseñanza segregada (los chicos con los chicos; las chicas con las chicas) pavoroso horror, afortunadamente ya superado en la enseñanza española.

Y no nos volvimos a ver, hasta que coincidimos en el referido taller literario. Y hasta que los caprichosos caminos de la conversación no nos llevaron hasta nuestras respectivas infancias, y al hecho incuestionable que habíamos coincidido en la misma academia, que esta nueva Paula, una mujer culta, inteligente y muy interesante, tenía un hermoso nombre compuesto, Paula Susana, sólo entonces pude establecer que esta Paula era aquella Susana, cuyo lejano recuerdo aún permanecía instalado en algún rincón de mi memoria.

Así que, aunque tanto Paula como Susana, me advirtieron que declinaban toda responsabilidad en la publicación de esta vieja fotografía, yo, en un ejercicio de pura nostalgia (y cierto exhibicionismo, a qué negarlo), aquí os la dejo. Y espero la condescendencia de los retratados. ¡Tampoco éramos unos niños tan feos!




Como veis, gracias a mi amiga Montse (brillante fotógrafa, e hija de otra gran amiga mía -a la que hace mucho tiempo, dediqué una entrada en este mismo blog, "La Emperatriz del Infanzón" , ver entrada del mismo título de abril de 2007- he podido colgar la foto en cuestión)
Gracias, Montse, eres un Sol

sábado, 2 de abril de 2011

LA NO LEGALIZACIÓN DE "SORTU": HACIÉNDONOS TRAMPA A NOSOTROS MISMOS

Le pedíamos a la mal llamada “izquierda abertzale” un desmarque radical e inequívoco de ETA. La “marca” presuntamente sucesora de Batasuna ahora se hace llamar “Sortu” (Amanecer, en traducción apresurada). Con los precedentes de los sucesivos engaños del entorno de ETA, toda prevención es poca, es cierto. Pero también lo es que Sortu ha condenado, por primera vez, sin ambigüedades ni “medias tintas” a ETA. A su pasado y a su hipotético futuro.


Cierto es que la derrota de ETA parece próxima. Y en esa presumible derrota ha tenido mucho que ver la “ley de partidos” cuya eficacia y conveniencia algunos (y aquí tengo que entonar el “mea culpa”) poníamos en duda. Nos equivocábamos. Ese “atajo” que a algunos nos repugnaba se ha revelado como un instrumento eficaz y no ha lesionado gravemente el fundamento mismo del estado de derecho. Por eso, porque ETA ya está derrotada en la práctica, porque si le pedimos a “Sortu” que se desmarque radicalmente de los terroristas, no podemos exigirle a la vez que vuelva a ser ETA y se rinda. Naturalmente que el objetivo de los llamados “demócratas” es que ETA desaparezca, pero ¿qué puede hacer “Sortu” para ello? Si le exigimos, justamente, el desmarque de ETA, difícilmente le podemos exigir a la vez que vuelva a convertirse en banda terrorista y se disuelva. Es una situación esquizofrénica.

Argumenta la fiscalía que “Sortu”, aún condenando el pasado, el presente y el hipotético futuro de ETA, no ha acreditado suficientemente su ruptura con la violencia ¿Cómo se pretende entonces que se substancie esa ruptura?

El “mundo abertzale” (en el que obviamente se integra “Sortu”) tiene un pasado de sangre y violencia.

Para poder participar en las elecciones los llamados “demócratas” les exigíamos a ese mundo “abertzale” la ruptura con la violencia, la condena a ETA. Empujados, entre otras cosas, por la eficacia de la “Ley de partidos”, lo han hecho (por primera vez una organización abertzale ha condenado formalmente a ETA). No dejarles participar supone, simplemente, hacernos trampas a nosotros mismos.

Si hubiésemos extendido ese “celo extremo”, por supuesto que la democracia no hubiese llegado a España. Recordemos que, por ejemplo, el hoy virtualmente “santificado” Adolfo Suárez fue, nada menos, que ministro secretario general del Movimiento (el partido único franquista) nada más fallecer el dictador Franco. Es imposible, y acaso tampoco conveniente, borrar el pasado. Lo mismo ocurre, a mi juicio, con “Sortu”. Porque, aún desapareciendo ETA (¡Ojala!), lo que no va a desaparecer es el mundo “abertzale”. Y “Sortu” parecía un buen mecanismo para que ese mundo, una vez acreditadamente separado de la delincuencia, lo representase en la democracia vasca y española.

Por eso, impedir la participación de “Sortu” en el juego electoral me parece un error, un inmenso error que deja ante ese mundo nuestra credibilidad a la altura de los zapatos.

Aunque como por las razones expuestas en las dos anteriores entradas yo no participaré en próximas elecciones, quería dejar constancia de tamaña incoherencia. Una razón más, aunque no la más importante, para mantenerme alejado de los colegios electorales el próximo 22 de mayo: No me anima demasiado a participar comprobar cómo faltamos, sin sonrojarnos siquiera, a nuestros propios principios.