martes, 23 de noviembre de 2010

ADRIANA VARELA


La semana pasada tuve la oportunidad de ver “Bicicleta, cuchara, manzana”, el excelente documental sobre el Alzheimer que se ha cebado con el expresidente de la Generalitat, Pascual Maragall. Es una película conmovedora y altamente recomendable en la que el enfermo Maragall brilla como lo que siempre ha sido (dejando a parte las mayores o menores simpatías políticas que suscite, que no vienen a cuento), un grandísimo actor y un auténtico “encantador de serpientes”.
Es un documental muy recomendable, cinematográficamente brillante, en el que Maragall reivindica la dignidad de su invalidez, discapacidad o como lo queramos llamar. Al salir de la película sólo me acordaba del título de la canción con que finaliza la peli, “Cada vez que me recuerdes”. Antes de que se me olvidase, procedí a recurrir a la ayuda de mi inestimable amigo, el Sr. Google, y allí me apareció la versión (hay otras) que de esta canción realiza la gran Adriana Varela, considerada la actual máxima representante del tango y de la música porteña en general.
Conocéis mi reconocida incapacidad musical, mi ignorancia en ese terreno, pero esta canción me entusiasmó. Sea en este, o en otros de mis tangos preferidos –“Cambalache”, “Volver”, “Sus ojos se cerraron” – Adriana dice el tango de forma inigualable, con su voz contundente y un tanto sucia. Desde mi reconocida ignorancia musical, siempre preferí las voces un tanto sucias (Sabina, esta que nos ocupa) a las prístinas y claras (Ana Belén, por ejemplo). Me conmueve Adriana en esta poderosa canción, me conmueve esta letra maravillosa cantada por esa voz contundente, pero un tanto desgarrada.
En fin, que os recomiendo la película y, desde luego, también a la cantante que, desde ahora se ha convertido en una de esas musas particulares que, tonto es repetirlo, me ha alegrado mucho descubrir.