No se muy bien por qué, pero nunca he “podido” con este hombre. Desde que lo conocí siento por él una aversión que casi puede calificarse de irracional. Resulta que ahora es el Conseller de Interior de la Generalitat y, por lo tanto, responsable del brutal desalojo de los “acampados” del 15 – M en Barcelona.
Por supuesto, no me sorprendió. No sabía quién era el “Conseller” del nuevo gobierno convergente, pero cuando vi a mi viejo “amigo” justificar lo injustificable (una carga de aguerridos policías –que en Cataluña se llaman Mossos, qué más da- contra decenas de manifestantes pacíficos, que no oponían resistencia) digamos que ratifiqué (y cargué de razones) la (mala) opinión que ya tenía de él.
Sin embargo, al “amigo” Puig el azar, que todo lo gobierna, le ha “echado un cable”, vaya por dios: coincidiendo con estos deplorables hechos el Fútbol Club Barcelona ganaba en Wembley (1) su cuarta copa de Europa desplegando, además, según dicen los entendidos, un fútbol imperial. Y la barrabasada de Puig ha quedado sepultada en los periódicos por el merecido triunfo futbolístico. ¡Qué se le va a hacer!
Y es que ya lo sabían los romanos, para manejar a los pueblos:
“Pan y Circo”
(1).- No quisiera parecer demagógico pero, por cierto, obsérvese diferencia entre los vándalos que festejaron el triunfo futbolístico con su estilo inconfundible (altercados y salvajismo) y los pacíficos y cívicos “acampados” del 15 – M desalojados, a su vez, por otros “vándalos” disfrazados de policías.