sábado, 6 de marzo de 2010

FUNCIONARIOCRACIA




Este es un "post" bastante pesimista, lo se. Pero después de estrellarme por segunda vez contra la administración regional, me
he
hartado.
Vamos a ver: El año pasado, falsamente, ahora lo se, ilusionado, porque una representante (Noemí Martín) del partido al que votaba (IU) había sido elegida para encargarse de la Consejería de Bienestar Social del Principado de Asturias, merced al pacto de gobierno PSOE-IU, y como la conocía vagamente, me decidí a enviarle un correo electrónico denunciando algunas irregularidades que, a mi juicio, se estaban produciendo en esta residencia en la que, de momento, sigo viviendo.
A los pocos días de enviada esta carta recibí, para mi admiración, contestación: se me citaba urgentemente para una entrevista en la Consejería. Podeis imaginar mi agradable sorpresa, y la ilusión con la que me presenté en la Consejería todo lo rápido que pude.
Pero ¡Ay...! la alegría se tornó en desilusión cuando me recibieron dos funcionarias "de alto nivel", que me hicieron ver con la mayor de las "sinceridades" mi ingenuidad al escribirle una misiva directamente a la Consejera, sabiendo que todos esos "peqeños detalles", al final, tenían que resolverlos ellas, las "abnegadas" funcionarias que, al fin y al cabo, eran quien mantenían en pie la Consejería ("y no esa caterva de políticos que se sucedían "sin ton ni son" al frente del Negociado"). Y que sólo ellas, las probas, abnegadas funcionarias, podían solucionar esos "problemillas del día a día" con los que "era tontería molestar a la Consejera".
El tiempo, y una serie de hechos de lo más desagradable (la inaudita persecución a mi amiga Loli, que ya os empecé a contar, la expulsión encubierta de mi gran amigo Juan, que no os contaré de momento al encontrarse el hecho sometido a excrutinio judicial) han demostrado que las cosas aquí van de mal en peor. Quizás para neutralizar posibles protestas por mi parte, o qué se yo, me llamaron, esta vez ellos, de la Consejería la semana pasada. Naturalmente, fui. Y si no fuera por el siempre agradable para mí viaje en tren, y porque aproveché para visitar a Juan en la Residencia donde ahora vive en Oviedo, la pérdida de tiempo hubiese sido absoluta, porque me encontré con las mismas funcionarias del año anterior (a las que ingenuamente intenté exponer mis quejas, agravadas por todo lo que había pasado en el año) y la respuesta fue NINGUNA, como por otro lado, alguien menos "inocente" que yo, habría previsto.
Todo este cúmulo de circunstancias han supuesto para mi, como podeis imaginar, una tremenda desilusión porque, si el poder no está, en la práctica, en manos de los legítimos representantes que elegimos democráticamente, si no, en las de de una serie de funcionarios de carrera que, como han ganado legítimamente su plaza a través de una oposición son, por definición, inamovibles y, además, como ciertamente son los que manejan "el día a día" de la Consejería, Ministerio o cualquier otro "negociado público" son los que, obviamente, están manejando ese negociado, considero estúpido e inútil ejercer el derecho de voto puesto que, en la práctica, que goviernen unos u otros, resulta, a efectos prácticos, completamente indiferente por lo que, a partir de ahora, me sumaré a la creciente legión de ciudadanos que el día de las elecciones sencillamente, no participan y emplean sus energías en cualquier otra actividad, porque me he dado cuenta, en dolorosa "caída del guindo!" que vivimos en una auténtica "funcionariocracia" (perdón por el "palabro" que me acabo de inventar), donde el poder reside en la casta de burócratas (empeñados en que nada cambie en la administración, para así mantener sus privilegios) que como en los antiguos regímenes del Este, gobierna kafkianamente este país.
Y todo esto os lo dice alguien que, al fin y al cabo, fue funcionario (cartero) si bien sin prácticamente ninguna responsabilidad (a parte de completar bien el reparto diario y no cometer ninguna irregularidad).
En fin, con lo contento y esperanzado que estaba yo cuando Noemí Martín fue nombrada Consejera de Bienestar Social en virtud sel pacto de gobierno PSOE-IU, para darme cuenta año y medio después que, como diría mi madre con su siempre sabio escepticismo, "son todos iguales, los probes siempre seremos probes, y ellos a fartase. Todos unos, brunos", porque aunque he constatado, que la responsabilidad, en la práctica, no está en los políticos, si no en los funcionarios, si lo debería estar, y sólo por una intolerable omisión de nuestros legítimos representantes (a los que en absoluto exculpo) las cosas están así.

(*).-En la foto superior, posamos Juan y yo, durante la visita que le hice en Oviedo

4 comentarios:

atikus dijo...

Si, la verdad es que eso de depositar fe en los politicos parece una tarea difícil. incluso en políticos que parecen cercanos...pues vaya!...ya lo siento!


abrazos

koolauleproso dijo...

Bueno, Atikus, afortunadamente yo hace tiempo que no tengo fe. Pero si tenia cierta confianza en que la sdministracion funcionase como deberia, que al ciudadano se le escuchase y tuviese en cuenta. Pero ya he comprobado que no es asi.
Y esto, simplemente, me refuerza en mi radical pesimismo

Lula Fortune dijo...

Con la "burrocracia" hemos topado...
A ver si te animas con mi nueva aventura traductora:
http://detraiciones.blogspot.com/2010/03/pompino-rima-con-cappuccino.html

Un besito.

Minina dijo...

Aparte de todo Koolau,......estais en la foto GUAPISIMOS!!!!, y que me dices de las caritas que teneis...... Besinos.....Minina