lunes, 10 de octubre de 2011

OTRAS DIVAGACIONES LEPROSAS

Se comba. Abre las piernas. Las cierra. Parece que la mujer estuviese llevando a cabo una danza sensual. Irene. No, Inés. Quizás Julia. No, ese no. Seguro. ¡Mierda! No me acuerdo. A lo mejor es otro nombre que ni se parece. Mal vamos. Esta memoria…Últimamente me siento más inválido de lo que estoy. Estos lapsus me están empezando a preocupar seriamente. Tengo que salir de aquí. Airearme. Ponerme en contacto con seres humanos, ni mejores ni peores, pero ajenos a este mundo dominado por la locura. O acabaré volviéndome loco yo también. ¡Quiero marchaaar! grita desesperadamente uno; ¡Ooooigaaa! repite machaconamente la otra con su voz grave pero en absoluto sensual. Me estoy volviendo loco aquí, y, en cima, no consigo recordar el nombre de la mujer aquella que tanto me sigue gustando y que estaba realizando sus ejercicios en el gimnasio hace un momento. Para pegarse un tiro.

3 comentarios:

Luisa dijo...

Lo de la memoria creo que son los tóxicos que nos ponen en todas partes...Pues eso, que hay que relacionarse con seres humanos, y cambiar la vista del paisaje, yo con cambiar los muebles de sitio, ya gano un montón xD
Saludos KOOLAU.

koolauleproso dijo...

¿Qué quieres, Luisa? Yo, al alzheimer, le tengo pánico. Por eso el más leve olvido (y, con el paso del tiempo, cada vez me olvido de más cosas) me llega a poner muy nervioso.
un beso, mi insular amiga

Luisa dijo...

La falta de memoria, en la mayoría de las ocasiones es porque nos despistamos, estamos en otras cosas, o lo que queremos recordar en el fondo no nos interesa tanto.
A la memoria no hay que darle tanta importancia, yo vivo desde siempre bajo mínimos y desarrollas un poco mas talento para arreglar los entuertos.
Un beso, mi desmemoriado amigo KOOLAU