
A Gregorio.
Mi padre se llama Gregorio. Hoy cumple 75 años. Desde luego, es mi anciano preferido (y no debería decir esto, pues detesta que le consideren como tal).
Ha tenido una vida dura, mi padre, plagada de sinsabores. Marcada por el estigma de la derrota y la mala suerte, las cosas como son.
Cuando las cosas le iban mejor (había conseguido hacerse una reputación como tallista de madera), mi accidente le cortó en seco (prefirió ocuparse de mi-que estaba en una situación crítica-, que dedicarse con los cinco sentidos a la talla, con la que estaba empezando, a base de un descomunal esfuerzo, a hacerse un “nombre” en el mundillo artístico).
Hoy, además, no me ha sido posible regalarle, como tenía pensado, la biografía que Santiago Carrillo ha escrito sobre su admirada Dolores Ibarruri (1).
Por ello le dedico este post, sabiendo que lo que merecería es un monumento, porque mi padre es, sobre todo, un hombre bueno.
Felicidades, papá.
(1).- El mal estado de mi pie me ha impedido desplazarme hasta la librería de la que soy ciente habitual.
Mi padre se llama Gregorio. Hoy cumple 75 años. Desde luego, es mi anciano preferido (y no debería decir esto, pues detesta que le consideren como tal).
Ha tenido una vida dura, mi padre, plagada de sinsabores. Marcada por el estigma de la derrota y la mala suerte, las cosas como son.
Cuando las cosas le iban mejor (había conseguido hacerse una reputación como tallista de madera), mi accidente le cortó en seco (prefirió ocuparse de mi-que estaba en una situación crítica-, que dedicarse con los cinco sentidos a la talla, con la que estaba empezando, a base de un descomunal esfuerzo, a hacerse un “nombre” en el mundillo artístico).
Hoy, además, no me ha sido posible regalarle, como tenía pensado, la biografía que Santiago Carrillo ha escrito sobre su admirada Dolores Ibarruri (1).
Por ello le dedico este post, sabiendo que lo que merecería es un monumento, porque mi padre es, sobre todo, un hombre bueno.
Felicidades, papá.
(1).- El mal estado de mi pie me ha impedido desplazarme hasta la librería de la que soy ciente habitual.