viernes, 21 de marzo de 2008

LA ESCRITORA IMPENITENTE


A María Herreros, escritora compulsiva

Tengo una amiga que se llama Soledad, y no para de escribir. Escribe sobre cualquier superficie por donde pueda deslizarse su pluma, sobre cualquier papel, por supuesto; sobre prospectos farmacéuticos desechados, o sobre montones de hojas blancas que va emborronando con su letra menuda y ágil. Escribe sin parar, apremiantemente, tomando notas sobre cualquier hecho. Por escribir, llega a escribir sobre las alas de las mariposas que transportan sus sueños (y aquí ya me he puesto estupendo, no puedo evitarlo).
Soledad tiene un perfil flamenco (en ocasiones llega a decir que a ella le gusta cantar) e inteligente, y un gran defecto que aquí no puedo ocultar, lo siento: es avara. Como decía mi abuela pertenece a la “cofradía de la virgen del puño”, pero no en cuestiones de dinero, no. Es algo peor, mucho peor: ese inveterado tacañismo lo aplica sobre todo a su inmenso talento literario, pues por razones que no entran en lo comprensible se niega a compartirlo con casi nadie (yo, parece ser, soy una inexplicable excepción), temerosa quizás de que si alguien descubriese lo bien que escribe, se vería obligada a codearse con gentes poco recomendables, que la forzarían a salir del castillo de fantasías que se ha ido construyendo a lo largo de los años.
Soledad tiene una hija que se llama Libertad, una niña vivaracha y dicharachera, que es lo que más quiere en el mundo, y que ha heredado la envidiable imaginación de su madre, y, de momento, no para de preguntar cosas, y meter a los adultos en peliagudos compromisos, como es la obligación de todo niño que se respete mínimamente.
Soledad tiene un montón de historias por contar, que sólo su desmesurada avaricia (ya he señalado en qué sentido) puede llegar a censurar.
Yo espero que este temor mío no se materialice, y Soledad o Libertad de los Mares, o Rocío, pues detrás de todos esos nombres se oculta, nos siga deleitado con sus maravillosas disquisiciones de todo tipo (aunque intuyo, no se por qué, mi pesimismo natural, supongo, que este ruego que le hago tendrá poco éxito, porque Soledad gusta de emboscarse y llevar la contraria).

1 comentario:

koolauleproso dijo...

Blogger MK said...

Soledad , o Rocio o Libertad de los Mares (mmm...precioso).Manifiéstate , mujer. A mí me hacen un post así y hago la ola un día entero...

5:56 AM
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Blogger koolauleproso said...

Soledad es una chica muy particular, que no tiene ordenador, porque dice que no quiere rodearse de demasiados aparatos eléctricos que coarten su modo de vida. Aunque frecuenta los telecentros para poder acceder a internet es difícil que se manifieste en la bloggosfera. No se llama así. Todos esos nombres maravillosos son máscaras detrás de las que se esconde. Cuando yo hablo de su envidiable imaginación...

2:11 AM
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Blogger atikus said...

Preciosos nombres, soledad y libertad y precioso compartir el talento.

Esperemos que se anime poco a poco ;)