miércoles, 27 de agosto de 2008

ME LLAMAN "RO"

Por fin, alguien ha dado con una forma de llamarme que me gusta: ya no es el horrible “rodus” con que mi padre me sigue martirizando (no obstante, fue a él al que se le ocurrió ponerme un nombre tan “cursi” y pretencioso como Rodolfo-lo que sufrí de niño con el león “mariquita” de aquella Mari Carmen que dios confunda con todos sus muñecos-).
Pues bien, aquí en la “leprosería”, gracias a la mala memoria de mi querida Paz, que me llamaba Roberto (como lo hacía mi abuelo por razones que nunca llegué a entender), Rogelio (al fin y al cabo, una de mis abuelas se llamaba Rogelia), Rosendo, y, para simplificar, y para no volverse loca acabó por bautizarme como “Ro”, y ahora todo el mundo aquí me llama así, lo que lejos de molestarme, me agrada bastante (me parece simple, cariñoso y nada fatuo).
Si, me gusta que se dirijan a mí, como Ro. Es un bonito diminutivo, y más por venir de quien viene la “ocurrencia”: una amiga a la que profeso especial cariño, mi “madrina” aquí, Paz.

martes, 12 de agosto de 2008

RETRATOS DE LA "LEPROSERÍA" (9)

LUIS, EL DE JOVE

Jove es un barrio de la zona oeste de Gijón, cercano al puerto de “El Musel”, y al vecino concejo de Carreño. Casualmente yo nací en su hospital, pues en 1965 faltaban aún 5 años para que se inaugurase el complejo sanitario de Cabueñes, el gran hospital gijonés, por lo que todos los gijoneses de mi edad nacimos en Jove, actualmente segundo hospital gijonés en tamaño e importancia y en donde por aquel entonces estaba instalada la maternidad.
Pues a la “leprosería” llegó hace unos meses Luis que ¿cómo no? padece también esclerosis.
Además sufre también diabetes, por lo que no puede comer todo lo que a él le gustaría.
Como el bilbaíno que para reafirmar su autenticidad repite aquello de “Yo soy de Bilbao, del mismo Bilbao”, así Luis repite a la menor oportunidad su “axioma” particular: “Yo soy de Jove”, recalcando mucho cada fonema y acompañándose del índice a cada sonido: “d-e-j-o-v-e”.
Si alguien le menta la religión, le responde de parecida manera: “Y a mi qué, yo soy apóstata, a-p-ó-s-t-a-t-a”, con el “índice acusador” siempre acompañando cada sonido.
Fumador empedernido, suele repetir también, con la sorna que le caracteriza: "Fumar mata, pero mata lentamente, así que para qué me voy a preocupar ya"(lo dice, como es habitual en él, recalcando lentamente cada fonema, como si temiese que sus palabras pudiesen evaporarse y no quedar grabadas en nuestras mentes).
Luis, que tiene 47 años, es delgado, con un cabello que comienza a escasear, sonríe poco (Begoña, la auxiliar más “guasona” de la “leprosería”, le pregunta siempre ¿Cómo estás tan enfadado, Luisín?) a lo que él responde, a lo sumo, con un encogimiento de hombros, porque Luis es parco en palabras y de gesto permanentemente austero y quijotesco.
En uno de sus escasísimos ataques de locuacidad, nos contó el otro día que él había echo la “mili” en Marina, que cuando el intento de golpe de estado en el 81, las pasó canutas, pues los acuartelaron sin darles más explicaciones.
Luis es tan austero y escueto en palabras que prácticamente esa es la única anécdota que he oído salir de su boca. A mi me parece bien, pues prefiero, en general, a los que ahorran en vacuidades y tonterías, que a los que me “amargan” la vida con una catarata de palabras sin sentido.

lunes, 11 de agosto de 2008

LOS "AUTOS LOCOS" EN SALINAS


El otro día la "leprosería" realizó una excursión a Salinas, la larga playa situada en el concejo de Castrillón, al lado de Avilés.


Aquí nos teneis (con "cara de velocidad" incluida) avanzando por el paseo de Salinas: Abro la marcha yo ("el burro delante pa que no se espante"), a mi lado avanza Cris (las chicas guapas siempre buscando protagonismo), detrás Jesús,(en plan "castigador de playa" con su camiseta de tirantes), el de la "vida exagerada", y más rezagado Juan, el poeta.


Los tres voluminosos personajes del fondo no tienen nada que ver con la "leprosería". Tomense como la inevitable figuración.

La foto es obra de Tere (la "robusta" auxiliar de "Mi gineceo particular"), que es avilesina, y aficionada a la fotografía.

miércoles, 6 de agosto de 2008

SEIS MESES EN LA "LEPROSERÍA"

Parece que fue ayer, pero este lunes 4 se cumplió medio año desde que llegué aquí. Ha sido medio año, en líneas generales, muy positivo para mi. Con sus pros y sus contras, desde luego. Entre los primeros: Haber podido conocer a una gente maravillosa; vivir rodeado, cuidado, mimado por un grupo de mujeres extraordinarias (ver mi entrada anterior, “Mi gineceo particular”); haber recuperado, más o menos, mi vida nocturna (en casa, con mis padres ancianos y enfermos, yo mismo me puse un límite horario para llegar a casa y así no molestarlos demasiado); ser dueño de mi vida, tener, por primera vez tras 15, casi 16 años responsabilidades (reconozco que en todo este largo tiempo, desde el accidente, había vuelto, en cierto modo, a la infancia, esa etapa “arcádica” en la que nadie te exige nada demasiado complicado, porque los niños deben dedicarse a aprender y disfrutar, sin que el estigma del “pecado original” los coarte en forma de trabajo y compromisos).
Bueno, pues yo, aunque, como sabéis, soy esencialmente perezoso y comodón, echaba a mis 43 años recién cumplidos el 16 de junio, de menos un poco de “responsabilidad”, sentirme “adulto” de nuevo.
Porque creo, vosotros juzgareis, tener las facultades mentales en perfecto estado, o, al menos, en el “perfecto estado” que pueda tenerlas cualquier otro ser humano de mi edad y condición. En mi caso, parece que la invalidez, no ha afectado en absoluto mi capacidad de raciocinio (o, al menos, eso me gusta creer).
Sin embargo, ¡Ay!, también hay un lado negativo, que no quiero ni puedo obviar, en donde colocaría, en primer lugar, el progresivo deterioro de la salud de mis padres, sobre todo de mi madre (me temo que es “ley de vida” , pero ello no evita, no obstante, que me cause una inmensa preocupación); el reciente fallecimiento de mi compañero aquí, Dani, no por relativamente esperable, menos doloroso (ver mi reciente entrada “Conmoción en la “leprosería”-30 de julio de 2008- ”); y el “inexplicable” despido de dos excelentes trabajadoras aquí, Amina y María, que sumió a todos los residentes aquí en la mayor de las perplejidades, y al que creo ya me he referido en alguna entrada anterior.

Pero, sopesados definitivamente los “pros” y los “contra”, creo que el resultado no puede haber sido más positivo para mí. Si, estoy contento aquí, y aunque, dado mi natural escepticismo, tampoco estoy “como unas castañuelas”, creo que definitivamente este es, dadas mis circunstancias, el mejor lugar, para mi, de los posibles.

Lo seguro es que casi todas aquellas reticencias y temores que expresaba en este rincón hace más o menos medio año, han desaparecido por completo, con el alivio que os podreis imaginar.

Gracias a todos por acompañarme en este "trance", y seguir "aguantandome" después de tanto tiempo.

Sois, no lo dudéis, todo un estímulo.

Sólo un favor más: Segud así.