viernes, 12 de febrero de 2010

17 PRIMAVERAS


Pues sí, amigos, las que puede decirse que cumplo hoy, y es que como veis, todavía soy un "chavalín".
Porque hoy, hace 17 años protagonicé, como Jesucristo (ahí es nada) mi propia resurrección: visité por un tiempo mínimo el "hades" (un mes en coma profundo, otro simplemente en coma-¿alguien sería capaz de explicarme la diferencia?-), se ve que no me gustó el ambiente que había por allí, y decidí volverme inmediatamente.
Y, ¿sabéis lo qué os digo?
NO ME ARREPIENTO

domingo, 7 de febrero de 2010

INCOMPETENCIA


En mi anterior entrada, conmemoraba, de modo más o menos amable, mi segundo aniversario en esta mi casa (real).
Unos gravísimos hechos sucedidos inmediatamente después, me obligan a abandonar el tono “amable”, y volver, después de mucho tiempo, a emplear este rincón de la bloggosfera como un espacio de denuncia.
Quizás por herencia paterna, no soporto las injusticias palmarias, la irracionalidad estúpida, el despotismo y la arbitrariedad.
Me explico, tengo una compañera aquí, Loli, de quien ya os he hablado hace mucho. Loli es una de las mejores personas que conozco, solidaria, alegre (si, al final, consiguen que se vaya, no se cómo vamos a vivir sin ella). Pero Loli tiene un problema, su evidente adicción al juego (matizo, a los juegos, al dominó, al parchís, a las cartas, incluso a las adivinanzas, o al “vis veo”-como veis es una adicción bien inocente, que no se a quién puede molestar-).
Sin embargo, la actual educadora (una chica muy guapa, pero con evidentes “delirios de grandeza”) ha querido “arreglar el mundo”, empezando por la pobre Loli. Se le ha metido en la cabeza “curar” la inocente adicción de Loli. Y, de buenas a primeras, secundada y apoyada por la directora Aurelia (sin cuya autorización no puede hacer nada) le ha prohibido radicalmente a mi pobre amiga cualquier juego.
Y, lo peor, no es eso, ante las vehementes protestas y ruegos de Loli, la ha sometido a un auténtico “apartheid”, separándola de sus compañeros, impidiéndole hablar con ellos, y haciéndole la vida imposible.
Se que parece una fábula, un cuento de Dickens, pero os puedo asegurar que es completamente cierto.
Ante mis indignadas protestas pidiendo explicaciones por este atropello, Aurelia (que en fin de semana, descansa) me ha llamado por teléfono, y me a instado a “meterme en mis asuntos”, y ante mi pregunta de pero, qué pasa con Loli, me ha contestado, que yo no se ni la mitad, y que haga el favor de “no empeorar las cosas”, porque “ella misma va a hablar en breve con sus padres, y “mira, si se la quieren llevar, que se la lleven”.
Sin duda, sería una manera fácil de quitare de encima un inconveniente, que ella misma, con su ineptitud e intransigencia, ha creado, y “librarse” así de problemas.
Pero, por otro lado, esto lo digo yo, sería la constatación del colosal fracaso de esta Residencia, y si los funcionarios del Principado, lo permiten, el triunfo de una burocracia ineficaz y endogámica porque, digo yo, no se puede ignorar los derechos constitucionales de una persona, mayor de edad y, para colmo, discapacitada, porque esta situación se está pareciendo cada vez más a un auténtico secuestro
Porque no hay nada más peligroso y enajenado, que los que quieren “salvar” a los demás, sin que nadie se lo haya pedido.
Por otro lado, Loli, si bien a “regañadientes” ya había aceptado dejar de jugar, y empleaba su tiempo libre en otras actividades (informática, lectura, escritura…), pero, es teoría mía, ante la absoluta opacidad ante lo que sucede con ella, se ha optado por una “huida hacia delante”, y ahora Loli permanece completamente aislada de los demás, sometida a un infamante aislamiento.

Pero creo que eso ya daba igual. Cegada por su orgullo, a Aurelia no le quedaba otro remedio que seguir adelante.

Cierto es que Loli posee una mentalidad tremendamente frágil (como consecuencia de la durísima vida que le ha tocado vivir-*-) y precisamente por ello, debería haberse enfrentado este problema de manera radicalmente distinta.

Yo estoy “hecho polvo”. La injusticia me subleva, y si se mezcla con irracionalidad “a espuertas”, aún más.

No se qué hacer, comunicarme con el Principado es una posibilidad, pero tampoco tengo muchas esperanzas (se que el Principado, como cualquier otra institución, está dominado por una casta de burócratas-funcionarios inamovibles que bloquean cualquier iniciativa que pueda poner en peligro el status quo- con la que ya me estrellé el año pasado cuando me personé para protestar por los arbitrarios cambios de personal-).

Lo único que puedo decir, levantando el dedo índice, y en tono amenazante, es aquello tan manido de “esto no se va a quedar así”, y esperar que, si las cosas se sigan llevando de esta disparatada manera, al final, alguien acabe entrando en razón.

Al fin y al cabo, y esta es la ventaja de una democracia, hay elecciones periódicas y los políticos le tienen mucho miedo al más pequeño escándalo.

(*).- Ver entrada del 8 de noviembre de 2008, titulada "Loli, la terremoto", y el relato del 12 de mayo de 2009, titulado "Dolores" e inspirado en su entrañable personalidad.

jueves, 4 de febrero de 2010

DOS AÑOS EN ESTA "LEPROSERÍA"































































































































Jean, la dueña de esa espalda de vértigo que tanto me llegó a perturbar (Emi), Elvira, Sade, Sophie, Juliette, Julianne, Sofia, Leonor, Kim, Diana, Charo, Claudia, Stefania, Ava, y Ariadna



(1)









A Paz, Begoña, Mónica, Amina, María, Estela, Benito y Luis, que hacían de éste un lugar más amable.









Pues sí, amigos: Hoy se cumplen dos años desde que, muerto de miedo, ahora puedo confesarlo, llegué aquí, a lo que yo he dado en llamar, la “leprosería”, a la real, no a esta virtual.
Esta “leprosería” real me ha dado tantas alegrías como decepciones. Ya no es el lugar amabilísimo al que llegué hace exactamente dos años pero, en general, creo que marcharme del hogar paterno, ha sido muy positivo para mí (aparte, que no tenía otra opción, mis padres-es “ley de vida”-son cada vez mayores y, por tanto, progresivamente incapaces de atender a un inválido, con el enorme esfuerzo que ello conlleva).
Teniendo en cuenta este “imperativo categórico”, puedo decir que, aunque todo es mejorable, este es, en líneas generales un buen sitio para vivir. Completamente accesible (estaría bueno que lo hubiesen construido lleno de escaleras y obstáculos) este “Centro de Atención Integral al Discapacitado de COCEMFE Asturias, me ha permitido, al menos, llevar una vida completamente independiente y digna, a pesar de que, como en cualquier lado, existan problemas, roces e incomodidades, y que todo sea susceptible de mejora con un poco de buena voluntad.
Por otro lado, este es un sitio tan bueno como cualquier otro, para que mi imaginación funcione con fruición, para que “duerma” cada noche con una mujer maravillosa, algo que, por otro lado, casi nunca se hace realidad. Pero, creedme, por mi cama han pasado sucesivamente Ava, Ariadna, Charo, Claudia, Diana, Kim, Julianne, Juliette, Sofía, Sophie, Stefanía y Leonor (entre otras muchas, la mayoría no conocidas por el gran público, pero que igualmente alimentan mis fantasías, por lo que nunca dejaré de estarles agradecido, incluida alguna espalda que nunca ha dejado de quitarme el sueño).
Y es que, como decía mi “ex”, en frase tan grosera como ilustrativa, “de ilusiones vive el tonto los cojones”.











(1).- Podría haber ilustrado esta entrada con una aburrida foto de la residencia. Sin embargo, a última hora, decidí hacerlo con las mucho más agradables fotos de las protagonistas de mis sueños.