sábado, 22 de septiembre de 2012

ESA MALDITA INDECISIÓN


Cuando, por fin, la encontré, las palabras me abandonaron. Había ensayado tantos discursos, tantas torpes declaraciones de amor (que ahora, de repente, me parecían ridículas, inapropiadas…).

Y, sin embargo, cuando el momento tan deseado llegó, y me vi enfrentado a aquella apabullante belleza morena, pelo muy corto, gafas que velaban un tanto la mirada miope de sus grandes ojos negros , labios carnosos y húmedos, las palabras que tantas veces me había repetido, escaparon como alma que lleva el diablo, y no fui capaz a decir nada. Ella me lanzó una sonrisa asesina. Y no pudiendo ocultar su decepción se marchó sin besarme. Y así, sin diminutivos cariñosos, se fue.

Ya no había marcha atrás.

 

 

 

2 comentarios:

pazzos dijo...

La cosa más fácil de hacer (y la más difícil al mismo tiempo) sería decirle "Hola" a la persona que quieres.

montse cf dijo...

Eres un poeta....
Un beso