La
vi, primero a lo lejos. Al fondo del sanatorio. Quizás saliendo del gimnasio.
Luego se acercó. Y sí, era ella. Caminaba ayudándose de un bastón. Le daba un
aire elegante. Se había cortado el pelo. Como cuando nos casamos. Estaba guapa.
La
tremenda cicatriz de una traqueotomía un tanto chapucera. La mía, sin embargo
no dejó casi ni rastro. Sin embargo ella camina y yo estoy en silla de ruedas.
La
hipocresía de la madre (mi ex – suegra).
“Qué tal estáis”. “Cómo por aquí”, como si ella no hubiese hecho nada,
como quién se encuentra con un familiar lejano o un conocido que hace mucho que no
ve.
La
extraña docilidad de M. Me apetecía besarla allí mismo, no obstante. Si
hubiésemos estado solos (o, al menos, libres del inmisericorde escrutinio de la
madre, esa “bruja”…)
O
no, que conozco mi nula capacidad de decisión, y capaz hubiese sido de sumirme
en un absoluto mutismo (aderezado, eso sí, por alguna sonrisa pretendidamente
cómplice) y dejado, una vez más, pasar la ocasión.
Ya
en la “resi” se había hecho un hueco en mi mente. Desabrochaba con cuidado los botones
dorados (un dorado envejecido, herrumbroso y en absoluto deslumbrante) de su
blusa blanca y hundía ni cabeza entre sus pechos grandes (que a ella la
acomplejaban un tanto, pero que a mi me la ponían dura al instante cuando
descubría que no llevaba sujetador) y mordisqueaba, lamía, succionaba y
sopesaba hasta que sus gemidos se superponían a los míos y se confundían con
las entrecortadas palabras que preludian (o más bien conforman) el sexo
10 comentarios:
Un relato precioso y...sencillamente... impresionante. No se qué decir.
Gracias, Inde. Pero mi imaginación no da para tanto. Me he limitado a transcribir lo que me ocurrió ayer
Pues tío, tienes madera de escritor... POR FAVOR, no lo dejes, y ¡Enhorabuena!.
Te repito que no es para tanto. Simplemente me encontré a mi ex ayer en el médico, y decidí relatarlo. Soy muy vago pero no, no lo dejaré (no se si como otras, por cierto)
Te repito que no es para tanto. Simplemente me encontré a mi ex ayer en el médico, y decidí relatarlo. Soy muy vago pero no, no lo dejaré (no se si como otras, por cierto)
JA,JA, JA ¡¡¡!!! :)
Describes y trasmites muy bien el fuego, las emociones, que son puro fuego, que nos consume, nos devora y nos reduce a cenizas. Benditas cenizas. El que lo lee se identifica en acto. Un saludo.
Gracias, guapa
un beso
Quienes te conocemos hace un tiempo sabemos que eres un humilde pero apasionado seductor...la proxima vez que tengas un encuentro, olvida la compañía..¡echale valor y di lo que quieres decir! seguro la haces sonreir.....un beso, Montse
Ya es todo demasiado complicado, Montse.
Gracias, amigas como tu elevan la moral
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