Le comentan al paralítico que "Y" llega al gimnasio hacia la 1 y media. Baja a la 1 y 25, y comienza a remolonear frente al tablón donde se anuncian las comidas, haciéndose el encontradizo. Mientras intercambia comentarios insustanciales con dos compañeros, ella llega (el “soplo” era exacto). Con decisión unos labios rojísimos, se estampan en el rostro del inválido (que, por un instante mínimo, tiene la sensación que se dirigen directos a su boca –o es que lo confunde con sus deseos, el paralítico no sabe-, pero de todas maneras se siente naufragar en la cálida marea bermellón de los labios que más desea). "Y" balbucea una innecesaria excusa, “ya se que me llamaste, pero había ido a la cuenca…” que el paralítico, esa maldita sordera..., no acaba de entender, pero le conviene aceptar. Acto seguido, ella mira el reloj, y con un “me tengo que ir, que V me espera” se despide mientras el paralítico, con una incipiente erección, se dirige, sin hambre, pero con la cabeza llena de renovadas ilusiones y proyectos quizás disparatados, hacia el comedor.
Visitamos el restaurante Dicharachero, carta desenfadada ideal para un
picoteo entre amigos en Madrid
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Hemos visitado el *restaurante Dicharachero*, un proyecto de Teresa J. La
Blanca, ex concursante de Masterchef y Javier Escribano, un empresario
gastronó...
Hace 15 horas
4 comentarios:
Bueno, ¿quieres sinceridad?, ¡toma sinceridad!: odio a los discapacitados. Mi exnovio se caso con una y no los puedo ver; además todos sabemos que son unos egoistas y unos tiranos y tienen muy, muy, muy mala leche. ¿Contento?.
Te he encontrado por casualidad y me ha sorprendido la calidad de lo que escribes, es bueno, bueno, bueno.
Un beso, si quieres, y si no, peor para tí.
Bienvenida a la "leprosería", "indefensión". Sí, soy un inválido, pero lo que más detesto son las "medias tintas". Me gusta tu sinceridad, y que no seas "políticamente correcta". Este inválido se reconoce como tirano y egoista pero, quizás, le falte esa mala leche que nos atribuyes, ¡Ay...!Muchas gracias por los halagos y, por supuesto, que acepto tu beso. Que uno no está en condiciones de rechazar nada...
Me alegro mucho, de verdad, y me alegro de tu incorporación a mi blog. Y, si es como dices, pues nada...un beso.
P.S.: El nombre de tu blog es horrible pero el mío tampoco es la bomba.
Otro beso
Sí, inde (te llamaré así para abreviar), tenemos nombres feos, qué se le va a hacer..
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