miércoles, 14 de diciembre de 2011

HERIDA


Llueve. Un fuerte viento azota la ciudad. La chica del gimnasio está al otro lado de la puerta. Protegiéndose del temporal bajo el soportal del edificio. Verla ahí, un tanto desamparada a merced del temporal le produce una gran ternura. Sale a saludarla, no sale....Es tarde (el inválido ya ha comido), y no esperaba verla ahí todavía. Saca un café de la máquina (como todos los días), y cuando lo acaba de tomar, ella ya no está. Una sorda desolación le invade.

7 comentarios:

pazzos dijo...

Deja el café.

koolauleproso dijo...

Sí, Pazzos, resulta que va a ser verdad que era malo para la salud...

Mari Carmen dijo...

¡Qué alegría ver una entrada tuya! Alguna cosita más de I Escudero. La próxima vez cambiaré. Pero esta mujer es inagotable y me gusta su capacidad de decir lo máximo con lo mínimo.

"Cuando yo, soberbia,
pienso,
este cuerpo, sumiso,
se queda quieto.

El cuerpo se me ha dormido
el alma ¿dónde estará?
Pero mi corazoncito
no deja de trajinar.

Todo lo he perdido
menos el dolor,
y esta flor.

Sin esfuerzo,
duérmete, mi corazón,
en lo profundo del cielo,
Alerta,
vela, mi corazón,
aquí en la tierra."

Luisa dijo...

Hola KOOLAU! Hay veces que ante las sorpresas no tenemos discursos xD
Pero también es cierto que no siempre son necesarios los discursos.
No se si me explico xDDD, pero en todo caso el café pone de los nervios.
Saludos!!

Luisa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luisa dijo...

Mis mejores deseos amigo KOOLAU!! feliz Navidad!
Un beso!

koolauleproso dijo...

No me gusta la navidad, pero te deseo toda la felicidad posible, amiga