domingo, 7 de febrero de 2010

INCOMPETENCIA


En mi anterior entrada, conmemoraba, de modo más o menos amable, mi segundo aniversario en esta mi casa (real).
Unos gravísimos hechos sucedidos inmediatamente después, me obligan a abandonar el tono “amable”, y volver, después de mucho tiempo, a emplear este rincón de la bloggosfera como un espacio de denuncia.
Quizás por herencia paterna, no soporto las injusticias palmarias, la irracionalidad estúpida, el despotismo y la arbitrariedad.
Me explico, tengo una compañera aquí, Loli, de quien ya os he hablado hace mucho. Loli es una de las mejores personas que conozco, solidaria, alegre (si, al final, consiguen que se vaya, no se cómo vamos a vivir sin ella). Pero Loli tiene un problema, su evidente adicción al juego (matizo, a los juegos, al dominó, al parchís, a las cartas, incluso a las adivinanzas, o al “vis veo”-como veis es una adicción bien inocente, que no se a quién puede molestar-).
Sin embargo, la actual educadora (una chica muy guapa, pero con evidentes “delirios de grandeza”) ha querido “arreglar el mundo”, empezando por la pobre Loli. Se le ha metido en la cabeza “curar” la inocente adicción de Loli. Y, de buenas a primeras, secundada y apoyada por la directora Aurelia (sin cuya autorización no puede hacer nada) le ha prohibido radicalmente a mi pobre amiga cualquier juego.
Y, lo peor, no es eso, ante las vehementes protestas y ruegos de Loli, la ha sometido a un auténtico “apartheid”, separándola de sus compañeros, impidiéndole hablar con ellos, y haciéndole la vida imposible.
Se que parece una fábula, un cuento de Dickens, pero os puedo asegurar que es completamente cierto.
Ante mis indignadas protestas pidiendo explicaciones por este atropello, Aurelia (que en fin de semana, descansa) me ha llamado por teléfono, y me a instado a “meterme en mis asuntos”, y ante mi pregunta de pero, qué pasa con Loli, me ha contestado, que yo no se ni la mitad, y que haga el favor de “no empeorar las cosas”, porque “ella misma va a hablar en breve con sus padres, y “mira, si se la quieren llevar, que se la lleven”.
Sin duda, sería una manera fácil de quitare de encima un inconveniente, que ella misma, con su ineptitud e intransigencia, ha creado, y “librarse” así de problemas.
Pero, por otro lado, esto lo digo yo, sería la constatación del colosal fracaso de esta Residencia, y si los funcionarios del Principado, lo permiten, el triunfo de una burocracia ineficaz y endogámica porque, digo yo, no se puede ignorar los derechos constitucionales de una persona, mayor de edad y, para colmo, discapacitada, porque esta situación se está pareciendo cada vez más a un auténtico secuestro
Porque no hay nada más peligroso y enajenado, que los que quieren “salvar” a los demás, sin que nadie se lo haya pedido.
Por otro lado, Loli, si bien a “regañadientes” ya había aceptado dejar de jugar, y empleaba su tiempo libre en otras actividades (informática, lectura, escritura…), pero, es teoría mía, ante la absoluta opacidad ante lo que sucede con ella, se ha optado por una “huida hacia delante”, y ahora Loli permanece completamente aislada de los demás, sometida a un infamante aislamiento.

Pero creo que eso ya daba igual. Cegada por su orgullo, a Aurelia no le quedaba otro remedio que seguir adelante.

Cierto es que Loli posee una mentalidad tremendamente frágil (como consecuencia de la durísima vida que le ha tocado vivir-*-) y precisamente por ello, debería haberse enfrentado este problema de manera radicalmente distinta.

Yo estoy “hecho polvo”. La injusticia me subleva, y si se mezcla con irracionalidad “a espuertas”, aún más.

No se qué hacer, comunicarme con el Principado es una posibilidad, pero tampoco tengo muchas esperanzas (se que el Principado, como cualquier otra institución, está dominado por una casta de burócratas-funcionarios inamovibles que bloquean cualquier iniciativa que pueda poner en peligro el status quo- con la que ya me estrellé el año pasado cuando me personé para protestar por los arbitrarios cambios de personal-).

Lo único que puedo decir, levantando el dedo índice, y en tono amenazante, es aquello tan manido de “esto no se va a quedar así”, y esperar que, si las cosas se sigan llevando de esta disparatada manera, al final, alguien acabe entrando en razón.

Al fin y al cabo, y esta es la ventaja de una democracia, hay elecciones periódicas y los políticos le tienen mucho miedo al más pequeño escándalo.

(*).- Ver entrada del 8 de noviembre de 2008, titulada "Loli, la terremoto", y el relato del 12 de mayo de 2009, titulado "Dolores" e inspirado en su entrañable personalidad.

7 comentarios:

Sirena Varada dijo...

Tienes razón Ro, visto así, sólo hay algo más peligroso y enajenado que “pretender” salvar a los demás: imponerlo a la fuerza.

Lamento que el desconcierto haya hecho mella en ti, especialmente ahora que celebrabas tan positivamente tus dos años en la leprosería.

Recibe un fuerte abrazo y mi afecto.

koolauleproso dijo...

.-Sirena, los acontecimientos se desarrollan con una endiablada rapidez. Lee la entrada siguiente y verás el lamentable y, momentaneo, final de esta desgraciadísima historia.
Gracias por estar ahí.

koolauleproso dijo...

La "úlltima hora" es que todo este incidente acabó en nada: Loli ya está de vuelta, todo vuelve a estar igual y yo me siento un poco ridículo por haberos ecandalizado absurdamente. Os pido perdón, amigos. Y, si me lo permitís, prefiero "correr un tupido velo" sobre el asunto.

Sirena Varada dijo...

Ro, se corre un tupido velo, se pasa página, y no pasa nada.
Es muy humano que, a veces, nos sintamos desconcertados, y además tu capacidad para rectificar te ennoblece.

Un beso

koolauleproso dijo...

.-Gracias, Sirena querida.
Otro beso para tí

nuria dijo...

coincido con Sirena Varada, rectificar es de sabios y, respecto a ti, no tengo la menor duda:)

habreis recibido de nuevo a Loli como se merece, no?

Arriba ese ánimo!!
besotes

koolauleproso dijo...

Sí, claro, Nuria, la recibimos de "mil amores", como te podrás imaginar, lo que no quita que el ambiente aquí esté cada vez más enrarecido.
Gracias por todo.