jueves, 16 de octubre de 2008

LA LEY DEL SILENCIO


Nuria y a todas las demás

No, no se trata de la auto-justificativa y “efectista” película de Elia Kazan (1954), pero si tiene que ver algo con la cobardía como categoría.
La semana pasada fui a protestar al despacho de la Directora, sobre las muchas deficiencias que vengo observando aquí, en la “leprosería”, desde la primavera aproximadamente. Le transmití la innegable escasez de personal que sufrimos aquí, el alarmante descenso en la calidad de las comidas, la ausencia de un portero los fines de semana..., la descarada “persecución” a que se ven sometidas las trabajadoras más concienciadas (así, el lamentable caso de la educadora Nuria, “Me voy antes de que me echen. La situación ya es insostenible” me llegó a confesar entre lágrimas en su última tarde con nosotros).
Las consecuencias fueron, por un lado, una efímera (duró dos días) mejora en la calidad (y cantidad) de las comidas, pero, por el otro, la imposición de una pretendida “ley del silencio” a las trabajadoras, en un patético intento de que sus justísimas quejas no lleguen a nosotros.
Confieso que la inicial mejora de los menús, me impidió elevar mi queja al Principado de Asturias, como tenía pensado. Pero, a la vuelta del largo fin de semana del Pilar, (con celebración familiar incluida, ya os contaré) me topé que la mejora “culinaria” había sido un espejismo, y que las cosas estaban, más o menos, como antes de mi protesta, así que estoy pensando dar esta semana de plazo para luego elevar mi queja definitivamente a la Consejería de Bienestar Social.
Me preocupa sinceramente que este innovador proyecto haya caído en manos tan incompetentes y la dilapidación (me temo) de las varias subvenciones públicas que, a la postre, lo sostienen.

2 comentarios:

nuria dijo...

vaya, siempre me he considerado una persona optimista, pero veo que en este caso cada vez va a peor. y no me doleria tanto si los perjudicados no fuerais vosotros, a quien os considero mas que amigos como una familia.

ya veis que los que trabajamos ahi(los que quedan y los que nos fuimos) intentamos poner todo de nuestra parte, pero cada vez se hace mas dificil continuar sin ningun apoyo e intentando "remar a contracorriente" para ver si alguien se da cuenta de que se necesita un gran gran cambio.
ya ves, como Don Quijote ante molinos de viento; absurdo.

pero no pierdo la esperanza, en algun momento Consejeria o dirección o no sé quien, tiene que despertar y hacerse eco de lo que esta pasando.
No desespereis, algo bueno tiene que venir despues de tanto caos.Animo para todos/as.

koolauleproso dijo...

Bueno, Nuria: Por mi parte, hoy mismo llamé a la Consejería. La respuesta tampoco fue "para tirar cohetes". Simplemente, me dijo la chica que llevó mi ingreso aquí, que se "daban por enterados" y que "ya verían", pero que "tenía que comprender las dificultades de un proyecto que, al fin y al cabo, estaba empezando".

un beso, amiga